Los Naranjas 33 – Los Ñandúes 20
Los rosarinos querían dejar atrás 48 años de frustraciones, pero no tuvieron en cuenta que el seleccionado tucumano quería su décimo, título para cumplir su cita con la historia.
El conjunto demostró personalidad, ya que no les pes{o jugar de visitante ante un muy buen marco de publico. Jugó el mejor partido del torneo, como se debe hacer para festejar sin ponerse colorado y recibir el aplauso de la parcialidad rival.
También demostró el convencimiento que solo dependían de ellos y de los que hicieran y le permitieran hacer a su rival, que tenía hambre de gloria, pero que fue borrado del campo de juego, ya que en determinado momento pasaron por encima a los dueños de casa.
Acá dejamos imágenes de la batalla que los coronó vencedores

En el entre tiempo todos abrazados se comprometieron a terminar lo iniciado. Sabían que 40′ los separaban del título.