Borthwick le ganó la batalla estratégica a Cheika
El debut mundialista para Argentina e Inglaterra fue un testeo de cara a como puede definirse el grupo D. Ambos apostaron a sus forwards pero el inglés contó con los conductores adecuados para plasmar, táctica y estratégicamente, lo planeado.
El partido fue verdadero Test Match por lo que no fue atractivo, fue mal jugado, se notó mucho el temor a equivocarse por parte de lo protagonistas. Allí empezó a vislumbrar que la experiencia de los integrantes del seleccionado de La Rosa se impondría al equipo juvenil de Los Pumas: Thomas Gallo, Martín González, Santiago Carreras, Mateo Carreras y Lucio Cinti, que tenía bautismo de fuego mundialista.
Ambos jugaron a lo mismo. Argentina fue el primero en mostrar las cartas y con el penal tempranero desde mitad de cancha de Emiliano Bofelli.
En un inicio atípico con la roja prematura a Tom Curry, pareció favorecer más a los europeos quienes se hicieron fuertes en la adversidad y prácticos a la hora de manejar la ovalada.
El control de pelota y territorio se fue haciendo cada vez más evidente y el duelo en el contacto, desnudaba que Alex Mitchell y George Ford sabían como ejecutar el plan pergeñado por Bortwich.

Los Pumas eran la contracara, pues con un forwards más no supieron imponerse en el contacto, las imprecisiones en el control de la pelota, fue minando su estado anímico y la frustración por no poder aplicar los planificado era manifiesta.
La conducción de Mitchell fue perfecta para que Ford demostrara que sería su noche. Certificado por tres drops en la primera parte para estampar un parcial 12 a 3 que no reflejaba la ausencia de un jugador en su equipo.
Argentina se debatía en la impotencia provocada por la carencia de ideas a la hora de atacar, la falta de conducción y el buen uso de la ovalada.
En la segunda parte fue más de los mismo, la reacción de los Pumas demoró tanto como la del staff técnico en mover la banca. El descontrol se tradujo en indisciplina y los penales se multiplicaron para que Ford se transforme en el «Man of the Match».



Argentina jugó mal, Cheika deberá mover sus fichas de cara a su segundo partido, en dónde el margen al error quedó acotado. La idea de jugar sin un apertura y la apuesta a la poli funcionalidad de los protagonistas pierde fuerza, de acuerdo a los resultados.
Frente a Inglaterra, quedó evidenciado que Santiago Carreras no es apertura y con un Juan Cruz Mallía maltrecho no hubo conducción y fue allí donde los ingleses ganaron la batalla.
La copa del mundo recién empezó, pero es tan breve que no permite equivocarse seguido, por lo que Cheika y compañía, deberán levantar cabeza cuánto antes si pretenden superar la fase clasificatoria.
Foto: PlanetaRugby