La garra de los Naranjas está intacta
El seleccionado tucumano ganó al de Brasil 34 a 31 en un partidazo. Con los ingredientes propios del rugby tucumano y la conducción de Tomás Albornoz, Tucumán le dio alegría al público asistente y un mensaje a la UAR.
Por esas decisiones de la Unión Argentina de Rugby, la televisión y el orden internacional el campeonato de selecciones provinciales dejó de jugarse y cuando parecía que la camiseta Naranja descansaría en los armarios de la URT. Salió amistoso internacional contra el seleccionado de Brasil y los jugadores tucumanos experimentaron que la Naranja sigue latiendo.
Lo cierto es que el partido tuvo un arranque intenso y dinámico. Sorprendió la potencia del pack de forwards de Brasil y lo incisivo de sus backs. A los cinco minutos llegó el primer try del encuentro mediante un try penal que indicaba a que jugaría los Tupis, por sentirse superiores en el scrum. La visita tenía el control de la ovalada y el dominio territorial y los Naranjas intentaban por todos lados pero no encontraban la brecha para dañar al rival.
Con el marcador 10 a 0 y en 26 minutos de juego los backs tucumanos movieron la pelota y Pablo Avellaneda inició una veloz y potente corrida para aterrizar en el ingoal de los de camiseta de verde y comenzar a achicar las diferencia. La reacción visitante no se hizo esperar y dos minutos más tarde, su segunda linea L. Piero, marcaba un nuevo try para Brasil que el neocelandés Reeves convirtió para dejar las cosas 17 a 7.
La batalla era más pareja que en el inicio y se tornó palo y palo. Por eso no sorprendió que los Naranjas generaran un nuevo penal para que su pateador dejara el parcial 17 a 10 y vayan todos al descanso. El primer tiempo evidenció el choque de un seleccionado con mucho rodaje, profesional y mucha conexión frente a un seleccionado con pocos entrenamientos en catorce días pero no por ello carente de la jerarquía necesario para este nivel.
En el segundo tiempo Tucumán, que se terminó de ensamblar hacia el final de la primera parte, tomó la iniciativa y Tomás Albornoz alzó la bandera de la levantada del local. A los dos minutos mediante un penal, descontaba T. Albornoz y diez minutos más tarde llegaba el try del ingresado Taty Pérez, para que la Naranja pase al frente por primera vez en el partido. Tocados en su amor propio, los de Verde salieron a decir presente y fue así que a los quince minutos apoyaban un nuevo try, asentado por Bergo que Reeves convirtió para dejar las cosas 24 a 20 a su favor y establecer que el palo y palo estaba vigente. Los espectadores agradecidos.
A los diecinueve minutos, con T. Albornoz arracando desde el fondo y a puro dribling ensambló un try de muy buena factura que luego de un redoble, Jorge Dominguez termino apoyando en la bandera opuesta para festejo de los tucumanos presente en la cancha de Tennis, cuatro minutos más un drop de Albornoz rectificaba al pateador que no pudo convertir en el último try.
El partido no disminuyó nunca en su intensidad y el marcador estaba totalmente abierto, por lo que la lucha era a brazo partido, a los 29 minutos el centro Tupis apoyó un try bajo la ache para establecer un 31 a 28, que abrían las puertas a diez minutos a pura adrenalina y emoción.
Con Tomás Albornoz afianzado como conductor y los relevos que se sumaron de la mejor manera al libreto, se generó un nuevo penal a la salida de la conversión del try de Brasil y el apertura tucumano empato el partido. esto levanto a la parcialidad que vio florecer la garra de los jugadores Naranjas para defender la historia y la mística de esta camiseta.
La defensa tucumana se hizo fuerte y los de Brasil se venía con todo, no obstante la muralla de color naranja se tornaba infranqueable y el partido se moría, cuando en el minuto treinta y nueve llegó el penal que le daba la chances a Tucumán de romper el empate y Albornoz lo hizo. aún restaba la última jugada y a la salida de la misma el nock on de los tucumanos le dio posesión a los Tupis, en la formación que les favoreció durante todo el partido, pero alli los gladiadores tucumanos comprendieron que debían redoblar esfuerzos y fue así que plantaron bandera, sacaron del campo de juego al portador de la pelota y se adueñaron del un partido al mejor estilo tucumano.
Los Naranjas ganaron el partido pero lo mejor de todo es que le dijeron al público que la Naranja está más viva que nunca y a la UAR que las selecciones provinciales se merecen una nueva oportunidad.
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